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RUSIA PROHÍBE LA CAZA DE OSOS BLANCO

Rusia no va a usar su cuota para cazar osos blancos en el Ártico. A pesar de que se legisló en junio de 2010 el derecho de los tramperos rusos a matar 29 osos polares por año, el Ministerio de Recursos Naturales anunció que no entregará las respectivas licencias individuales.

La legislación nacional prohíbe la caza del oso blanco desde 1956. Desde entonces un hombre podía matar a un oso solo en el caso de que este le atacara. Incluso así, debía probar que realmente había actuado en defensa propia.

La situación cambió el año pasado. El 10 de junio de 2010 en la ciudad de Anchorage, Alaska (EE. UU.), se celebró la segunda sesión de la Comisión Ruso-Estadounidense Para Osos Polares. Sus participantes acordaron el derecho de los aborígenes, tanto de Chukotka (Rusia) como de Alaska (EE. UU.), a cazar 29 ejemplares del carnívoro al año. Según los científicos, ese total de 58 osos es la cifra máxima que se puede matar anualmente en el Ártico sin hacer un daño irreparable como tal a la población. Acentúan que la introducción de la cuota en territorios de ambos países contribuye a regularizar la caza y frenar la extinción furtiva de la especie. La respectiva resolución entró en vigor en enero de 2011.

Sin embargo, desde el principio los defensores de los derechos de los animales rusos se opusieron a la medida. Insistían en que podría ser fatal para la población del depredador que ya figura en la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Acentuaban que la población mundial del oso polar, que hoy en día se estima en entre 20.000 y 25.000 ejemplares –de ellos entre 2.000 y 5.000 en Chukotka y Alaska–, disminuirá en un 70% dentro de los próximos 50 años sin ninguna intervención adicional. A eso hay que añadir que anualmente entre 70 y 300 osos caen víctimas de la caza furtiva incontrolada. Según los datos de WWF Rusia (Fondo Mundial para la Naturaleza) solo durante 2010 aparecieron en internet 22 anuncios que ofrecían la venta de pieles de oso blanco y 4 anuncios demandando comprarlas.

Entre otros factores negativos que están amenazando a la especie destaca la contaminación del Ártico. Según las estimaciones de una expedición geológica que exploró el Ártico entre 1995 y 2005, la región cuenta con más de 250 barriles abandonados, es decir, un total de 60 toneladas de desperdicios derivados del petróleo y más de un millón de piezas de chatarra como restos de aviones, radares, automóviles y edificios abandonados. Todo esto se está degradando de una manera muy activa, derramando contaminantes en la tierra y en el océano. Cada día, el daño ecológico se agrava, reduciendo los hábitats naturales tanto del oso polar, como de centenares de otras especies.

Los mayores obstáculos para las labores de limpieza en la zona son el período tan corto del día polar -tan solo cuatro meses-, las temperaturas extremadamente bajas y la falta de muelles marítimos y de una infraestructura necesaria.

Otra amenaza al hábitat natural del oso blanco es el cambio climático y la respectiva reducción de la capa de hielo en el Ártico. Según calculó la Organización Meteorológica Mundial (OMM), en toda la primera década de este milenio las temperaturas medias mundiales han sido las más altas jamás observadas para un período de diez años desde que comenzaron los registros climáticos instrumentales en el siglo XIX. En diciembre de 2010 se registró un mínimo histórico de la capa de hielo marino en el Ártico: contaba con una extensión media de 12 millones de kilómetros cuadrados, 1,35 millones de kilómetros cuadrados menos que el promedio correspondiente a los meses de diciembre de todo el período de registros.

El derretimiento del hielo causa la subida del nivel del mar y la respectiva erosión de las zonas costeras, el agua salada se mezcla con fuentes de agua dulce y surgen graves problemas en las islas habitadas. Los osos se ven obligados a migrar a tierra firme, donde no cuentan con alimentos. La hambruna eleva mucho su tasa de mortalidad y además, una vez en tierra, se convierten en víctimas más fáciles de los cazadores ilegales.

Si quereis mas información podeis encontrarla en:
http://actualidad.rt.com/ciencia_y_tecnica/medioambiente_espacio/issue_23035.html

CHINA NO LOGRA FRENAR LA LLUVIA ÁCIDA
China no logra frenar la lluvia ácida pese a la reducción de emisiones de SO2

China consiguió reducir en cuatro años un 9 por ciento sus emisiones de dióxido de azufre (SO2), principal causante según los científicos de la lluvia ácida, pero ésta sigue afectando el país a los mismos niveles que antes por la llegada de nuevos contaminantes a su atmósfera, según un estudio publicado hoy.
El estudio científico, del que se hace eco la revista económica especializada "Caijing", indica que China ha logrado que las emisiones de dióxido de azufre hayan bajado hasta los 23,21 millones de toneladas en 2008, lo que no se ha visto acompañado de una reducción de la lluvia ácida, que afecta a la mayor parte de las zonas habitadas del país.
Ello, según los investigadores, se debe a un aumento en ese mismo periodo del 40 por ciento en las emisiones de óxidos de nitrógeno, procedentes, al igual que el SO2, de las centrales de energía térmica (obtenida del carbón, principal fuente de energía en China).
La reducción de SO2 supone que China está cumpliendo los objetivos de reducción de emisiones que se había fijado en el plan quinquenal 2006-2010, pero al precio de aumentar la contaminación con partículas que no estaban incluidas en los planes de mejora medioambiental.
Yang Jintian, experto del Ministerio de Protección Medioambiental chino citado por "Caijing", reconoció que este proceso "ha anulado parcialmente los efectos positivos de la reducción de emisiones de dióxido de azufre" y pidió nuevas regulaciones para eliminar los contaminantes no controlados.
La información se publica el mismo día en el que el Legislativo chino ha aprobado una nueva ley para regular la lucha del país asiático contra el cambio climático, con vistas a mejorar los controles de polución en el país que emite más dióxido de carbono (principal causante del efecto invernadero) en el planeta.